En el año 2001 Elizabeth Taylor colabora en el video-clip de Original Sin, tema perteneciente al álbum Songs From The West Coast, de su amigo Elton John. La dirección corrió a cargo del prestigioso fotógrafo David Lachapelle.
Se ha apagado la última estrella de la época dorada de Hollywood, la actriz de la mirada violeta y del millón de dólares por película. La mujer que coleccionaba joyas, de las que se sentía su guardiana, y maridos. Niña prodigio de la MGM. Dama Comendadora De La Excelentísima Orden Del Imperio Británico. Icono pop serigrafiada por Andy Warhol. Icono gay por su profunda amistad con Monty Clift, entre otros muchos ilustres homosexuales. En la pantalla grande encarnó a tres heroínas diferentes de Tennessee Williams. Y a Cleopatra, claro. En la vida real, fue una férrea activista en su lucha contra el SIDA tras la muerte de su amigo Rock Hudson. Sorteó la muerte en varias ocasiones, y se convirtió en la gran superviviente de un Hollywood ya extinto. En este blog su luz seguirá brillando siempre.
"Creo que todo el mundo se enfadó mucho, pero yo estaba muy feliz con el film. Según dicen, es la única de mis películas que realmente ha desatado pasiones negativas, la única que ha ofendido a algunas persona y la única que resultó agresiva. A mi nunca me pareció así, pero claro, yo no soy objetivo."
MAX (entre risas): Johann era un prisionero que solía molestarla, y ella me pidió solamente que le trasladara, pero no sé porqué, de pronto, me vino a la memoria la historia de Salomé y no pude resistirme. Lo ve, es un pasaje bíblico (...) Creía haber hecho lo que ella me había pedido, pero, por lo visto, me excedí.
Dita von Teese como Elizabeth Short, La Dalia Negra, uno de lo crímenes más terribles y fascinantes de la época dorada de Hollywood. El caso, de quien fue sospechoso el mismísimo Orson Welles, nunca llegó a resolverse.
"I became Iggy because I had a sadistic boss at a record store. I'd been in a band called The Iguanas. And when this boss wanted to embarrass and demean me, he'd say, Iggy, get me a coffee, light. And that really pissed me off, because in those days a cool nickname was Tab or Rock. I had a nickname that I couldn't escape around town and it was torture. Then my band opened for Blood, Sweat & Tears. I think the entire band got fifty dollars total. But we had a lot of new ground. And afterward a huge piece was written about us in the Michigan Daily. In this story, the writer calls me Iggy. I was like, Oh, fuck. We got all this press, but they're calling me Iggy. What could I do? I knew the value of publicity. So I put a little "Pop" on the end. Took me thirty years to make what I wanted out of the name."